La marina mercante de Estados Unidos buscará revitalizarse con la "Ley Ships for America"

La prioridad en los puertos de EE.UU. será para naves norteamericanas.

El creciente poderío marítimo de China es uno de las aspectos claves para la creación de este proyecto que busca devolver a EE.UU. el poderío en el transporte marítimo internacional.

Hace algunos días, se presentó la “Ley SHIPS for America” presentada por el representante John Garamendi junto a los senadores Mark Kelly, Todd Young y Trent Kelly. Con esta propuesta el objetivo es revitalizar la Marina Mercante de Estados Unidos para “transportar bienes vitales y carga militar en tiempos de conflicto, reforzando al mismo tiempo las cadenas de suministro estadounidenses en tiempos de paz”.

De acuerdo a las informaciones, actualmente son cerca de 80 buques con bandera estadounidense que son parte del comercio internacional, una cifra menos si se compara con los más de 5.500 buques con bandera china que navegan por los mares del mundo. Esto, debido a que los astilleros norteamericanos no pueden producir buques oceánicos a gran escala.

De esta manera, la nueva legislación propone una estrategia integral para enfrentar la disparidad con China y garantizar la supervisión nacional más una financiación constante para la industria marítima. También se espera mejorar la competitividad de los buques con bandera de Estados Unidos y potenciar la base de astilleros.

El representante Garamendi señaló que “durante demasiado tiempo, Estados Unidos descuidó nuestras industrias marítimas y el papel fundamental que desempeñan en nuestra seguridad nacional y económica. Esto termina con la Ley SHIPS for America, proyecto que representa el enfoque más sustancial y completo para que Estados Unidos compita y lidere a nivel mundial. Hoy, menos de 200 barcos oceánicos enarbolan la bandera estadounidense, la ley permitirá a nuestros astilleros defender el estatus como líder en la industria marítima”.

La comunicación entregada por los congresistas indica que esta ley es clave en la búsqueda del dominio de Estados Unidos en el comercio internacional y representa un factor estratégico para la reconstrucción de la industria marítima de Estados Unidos de manera de proteger tanto la seguridad nacional como la competitividad global.

Uno de los aspectos fundamentales de este proyecto es que se espera que, en un plazo de 15 años, el 10% de todas las cargas importadas a Estados Unidos desde China se importen en buques con bandera estadounidense. Por otra parte, se dará prioridad, en cualquier puerto de Estados Unidos, a los buques con bandera estadounidense antes que a los buques de un país extranjero.