Cerezas chilenas en China: Menor demanda, bajos precios y un error que costaría US$ 120 millones

Este lunes las autoridades chinas informaron el rechazo del 100% del cargamento de cerezas de exportación que llegó con retraso en el buque Saltoro. Esto se suma a la baja en los precios por la sobreoferta en una compleja temporada.
A principios de octubre nada hacía presagiar que la temporada de cerezas que asomaba como histórica por el volumen exportado terminaría en medio de polémicas, primero por la baja en el precio del producto en el mercado chino a raíz de la sobreoferta, y luego por el retraso de más de un mes en el arribo de un buque de la naviera Maersk con más de 1.300 contenedores con destino a China, fruta que llegó en malas condiciones y que fue rechazada por las autoridades de ese país.
“Enviaremos al mundo 131.587.007 de cajas de cerezas frescas de cinco kilos, equivalentes a 657.935 toneladas, lo que supone una cifra récord para la exportación de la cereza chilena”, destacó en el lanzamiento de la temporada la directora ejecutiva del Comité de Cerezas de Frutas de Chile, Claudia Soler.
Altas expectativas que se encontraban fundamentadas por la alta demanda de los ciudadanos chinos por las cerezas en el marco del Año Nuevo Chino. Incluso, el embajador de la República Popular China, Niu Qingbao, aseguró que “el comercio de cerezas entre China y Chile no solo trae beneficios a los agricultores chilenos sino también a los consumidores chinos".
Pero una sobreoferta de fruta, equivalente a más del 50% del volumen de la temporada anterior, sumado a una menor demanda debido a que la economía China no pasa por su mejor momento fue el detonante de una severa crisis en la industria de la cereza. Los precios del “producto estrella del 2024” no repuntaron en las primeras semanas en el mercado chino y provocaron un verdadero terremoto para productores y exportadores nacionales.
En su momento, Hernán Garcés, presidente de Garcés Fruit, explicó que “las frutas de buena calidad y condición han registrado bajas significativas en sus precios de comercialización. Los precios de retornos a productor por kilo están fluctuando entre los USD 2,7 a USD 0,2 por kilo dependiendo del calibre. Hoy en día, tenemos las 3J en aproximadamente USD 2,7 por kilo, la 2J en torno a USD 2,0 por kilo, las J en cerca de USD 0,7 por kilo, y las XL en un valor de USD 0,2 por kilo”.
Por su parte, Andrés Fuenzalida, gerente general de CopeFrut, señaló en una carta donde reflexionó sobre lo sucedido, que “la temporada se nos presenta de manera compleja a cada uno de los eslabones que integramos la cadena exportadora de cerezas. La realidad nos confirma que no habrá repunte de precios, de hecho, el Año Nuevo Chino no logró revertir la tendencia, consolidándose una temporada en la cual la industria experimentará una caída en sus retornos cercana al 50%".

Más de 1.300 contenedores a la deriva
Pero en enero se sumaría un nuevo problema que no estaba en los planes ni siquiera del más pesimista. Un buque de la empresa Maersk con más de 1.300 contenedores de cerezas presentó averías en uno de sus motores disminuyendo la velocidad de desplazamiento lo que provocó que la fruta embarcada no llegara a tiempo a su destino y a la fecha más importante del calendario: el Año Nuevo Chino.
El Maersk Saltoro reportó un problema técnico con su motor principal el 13 de enero de 2025, mientras se dirigía de San Antonio a Nansha New Port en China. Pese a los esfuerzos por reparar el daño de la embarcación, ésta presentó un retraso de más de 50 días desde la fecha estimada inicial de arribo al terminal portuario chino. Un hecho que terminó por empañar aún más el escenario del "producto estrella del 2024".
Este hecho agitó las aguas para productores y exportadores quienes vieron cómo estos hechos podrían repercutir en los ingresos programados a principios de temporada y que vislumbraban una temporada histórica para las cerezas nacionales. Ahora, los esfuerzos estarán enfocados en la activación de los seguros comprometidos y la evaluación de pérdidas para la industria.
Incluso, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, calificó la situación como "una verdadera pesadilla por responsabilidad de un mal operador. Aquí hay una naviera prestigiosa detrás, que es Maersk, que es una de las más importantes del mundo y por eso estamos como servicio agrícola y ganadero in situ para ver la revisión de los contenidos a carga que va a tener daño para que sea lo más rigurosa posible”.

Pérdida total de la fruta a bordo del Saltoro
Y como era de esperar, la fruta descargada del Saltoro llegó en malas condiciones. El gerente general de Frutas de Chile, Miguel Canala-Echeverría, desplegó un programa de actividades en las localidades de Guangzhou – Nansha, donde se reunió con la Aduana y las autoridades locales para monitorear minuto a minuto la situación de la fruta.
Pero en la jornada del lunes, las autoridades chinas decidieron rechazar el 100% de la carga por lo que la pérdida para los productores y exportadores que transportaban sus mercancías en el buque Saltoro es total. "Creo que era lo que había que hacer, era muy arriesgado entrar al mercado con una fruta en mala condición, de mala calidad, que desprestigiara el producto", señaló el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Antonio Walker.
Por su parte, el presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), Víctor Catán, aseguró que "a estas alturas lo importante es prepararse para activar los seguros y velar que esto se haga de manera rápida y oportuna para no cortarle el flujo de liquidez a muchos productores que tienen todo un año de esfuerzo metido en ese buque".
En su opinión, las probabilidades de encontrar fruta en buen estado eran muy baja por lo que había que ponerse en el peor escenario posible. "Después viene otro tema que es comercializar fruta con problemas, y luego viene otra situación porque si esa fruta que se puede comercializar no se comercializa, habrá que ver quién asume los costos de botarla y todo lo que eso significa", detalló.

Una lección para afrontar la próxima temporada
“Es importante volver a diseñar las estrategias para los años siguientes y tomar las decisiones, si vale la pena embalar calibres más bajos o no vale la pena embalarlos. Ese es el llamado que ha hecho Antonio Walker desde la Sociedad Nacional de Agricultura como presidente y productor, y del cual el señor Iván Marambio, de Asoex (Frutas de Chile) no ha estado de acuerdo generando una polémica que, a mi juicio, es bastante infructuosa”, argumentó el presidente de Fedefruta.
Los vaivenes de la temporada de la cereza tienen explicación en la sobreoferta. La pregunta que se hacen los productores y exportadores es qué va a pasar en dos o tres años más cuando la matriz productiva de Chile, que contempla más de 76 mil hectáreas esté plenamente productiva y estén en condiciones de enviar 200 millones de cajas. “Hay que enfrentar esas dificultades ahora, prever, diseñar estrategias para no sufrir las consecuencias que son muy graves”, concluyó el líder de Fedefruta.
Para el economista senior del Observatorio del Contexto Económico (OCEC) de la Universidad Diego Portales, Juan Ortiz, el incremento de la demanda de la cereza, específicamente por parte de China, llevó a un incremento en la producción local. Agregó que con datos de ODEPA se observa un alza cada año en la superficie sembrada lo cual lleva a una mayor producción local que tiene como destino en su mayor parte dicho mercado.
“La superficie sembrada paso de 38.392 hectáreas en 2019 a 70.686 hectáreas en 2024. Esta dinámica ha llevado a un alza permanente del volumen de exportaciones que, en medio de factores puntuales en el gigante asiático con la venta final del producto menor a lo estimado, ha presionado el precio a la baja”, explicó el académico de la Universidad Diego Portales.

Fedefruta alegó "falta de capacidad"
El presidente de Fedefruta, Víctor Catán, fue un poco más allá en el análisis e indicó que “en el caso de Asoex (Frutas de Chile), debe dar explicaciones al respecto, y no solamente dar explicaciones sobre cómo no prever esto, sino de cómo se gastan los recursos. Como productores lo hemos hecho saber a la gente de Prochile”.
“Me atrevo a decir que faltó capacidad de poder ver esto, de anticiparlo con los datos que nos entregan. Si se hubiera hecho de mejor manera probablemente muchos productores habrían tomado decisiones previas, como por ejemplo evitar embalar calibres más pequeños que pueden tener un resultado totalmente adverso, o generar otras alternativas de mercado. Entonces, hay que estar disponible para todas las cosas, no solamente para cantar las victorias”, sostuvo Catán.
Agregó que “en los errores o en la falta de capacidad también hay que tener un poco de humildad y decir nos equivocamos. Nosotros, desde el punto de vista productivo como Fedefruta, asumimos que debiésemos haber sido mucho más enérgicos en alguna de nuestras posiciones, como por ejemplo cuando hablábamos de calidad y de condición de la fruta. Debimos haber sido mucho más enérgicos, lo hicimos, pero asumimos que lo hicimos de manera tibia, y que nos faltó mayor rigurosidad. Espero que los demás hagan también su propio análisis y su mea culpa”.