Guillermo Holzmann y el futuro del comercio: “Si no reaccionamos nos vamos a quedar atrás”
El académico de la Universidad de Valparaíso realizó un análisis con mirada geopolítica para el comercio, transporte de carga y la logística a nivel mundial pero que afecta directamente a nuestro país y su cadena de suministro.
La logística y el comercio exterior tuvieron que enfrentar quizás la mayor crisis que, hasta ese minuto, se conocía: la pandemia del COVID-19, con todo el impacto que eso tuvo en el proceso de globalización, en las cadenas de suministros y en todo lo que está asociado a la logística. Se aprendieron lecciones con lo que estaba sucediendo y con esas lecciones aprendidas se deben enfrentar loa eventos que en la actualidad están afectando al mundo, a las economías y a la industria marítima-portuaria en todo el mundo.
El analista político y académico de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, realizó, en el marco de su exposición en la IX versión de Enloce, un detallado análisis de la situación mundial que podría afectar al comercio exterior en estos días. “Hoy día mientras nosotros estamos en este evento, las cadenas de suministros o los responsables de ellas en cada uno de los lugares del mundo en cada puerto ya sea en términos marítimos o terrestres están reaccionando a lo que está pasando en los conflictos de Ucrania, a lo que está sucediendo en Gaza, a lo que pasa en Panamá con la sequía. Están reaccionando a muchas cosas, están, insisto, reaccionando. Pero me gustaría que no solamente pensemos en lo que está sucediendo, sino que pensemos en cómo lo vamos a anticipar, qué es lo que viene y es ahí donde probablemente tenemos el gran desafío”, señaló.
A su juicio, existen cuatro grandes desafíos. El primero tiene que ver con la solidez de la industria, el segundo con la capacidad de los puertos, el tercero tiene que ver con la infraestructura asociada, el cuarto desafío con la capacidad exportadora e importadora de un país para sumarse a las tendencias que hoy día están presentes a nivel global, y el quinto desafío entender que todo eso depende de las potencias. “Chile es un observador hasta ahora, y cuál es el imperativo que tenemos a futuro, ser un observador participante, es decir, tener una capacidad de influencia”, explicó Holzmann.
Pero esta influencia no se dará porque Chile sea una potencia poderosa a nivel mundial sino “porque tenemos claro lo que viene a futuro frente a países que no lo tienen y ahí tenemos un déficit relevante, no existe una suficiente solidez en las plataformas internas de Chile para poder generar una visión de largo plazo, ni en el sector privado ni en el sector estatal. De hecho, cuando uno mira lo que está haciendo EEUU, lo que está haciendo Rusia, lo que está haciendo China o lo que está haciendo India, todos tienen una estrategia que va apuntando al 2040 y en general al 2050”.
“Los países de América Latina, y particularmente Chile, no tenemos esa visión. Nuestra visión está acotada a los cuatro años que dura un gobierno y ahí tenemos además conflictos, porque mientras la globalización avanza a nivel mundial, tenemos en América Latina y hoy día en una parte del mundo, el conflicto con aquellos que están con la idea de una desglobalización selectiva y eso es un problema que tiene una base ideológica, pero le falta el pragmatismo respecto a cómo se conjunta y cómo converge con los intereses de un país a largo plazo”, analizó Guillermo Holzmann.
Para el analista político, esa capacidad de reacción en la que estamos inmersos, y que dista mucho de la proactividad que se espera, tiene varios ejemplos concretos y uno de los principales y que le pega directamente a la industria es, por ejemplo, Chancay. “Hoy día nosotros debemos reaccionar a lo que es Chancay en Perú, cuya operatividad va a estar prácticamente al 100% de aquí a cinco o siete años más, y obviamente tiene un efecto, un impacto importante en nosotros. Y eso significa negociar, significa tener capacidad diplomática, capacidad económica, capacidad con los actores importantes de nuestro sistema exportador, para poder hacer una estrategia que sea sólida en el largo plazo”, indicó.
“Entonces, por ejemplo, si acá nosotros no conversamos, junto con el gobierno y todos los actores de la industria, respecto a los temas relevantes que se van a tratar en APEC, cuya sede es en Perú, el año 2025. ¿Y por qué les digo eso? Primero, porque tenemos que entender que la globalización se va a mantener, se va a mantener a todo evento, en todo lo que es el futuro, o por lo menos al año 2050, eso va a estar presente. Tenemos una serie de cambios que son relevantes, y quizás lo más importante es entender de que hoy día nosotros estamos, si queremos verlo en términos metodológicos, asociados a la existencia de Cisnes Negros, que son eventos que son de muy baja probabilidad, pero de muy alto impacto”, explicó Guillermo Holzmann.
La importancia de la mirada a largo plazo
“Si Chile no tiene una mirada de cincuenta años, no va a poder saber cómo sumarse y cómo navegar en estas aguas turbulentas y con las potencias dando vueltas alrededor de uno. Por ejemplo, tenemos a Xi Jinping, presidente de la República Popular de China, que es el líder supremo y que tiene justamente un control de los puertos a nivel global impresionante. Entonces, los impactos desde el punto de vista geopolítico y del comercio marítimo lo tenemos ahí, y probablemente ustedes, los actores relevantes de la industria, tienen un mejor mapa que yo respecto a cómo este tema es tan relevante y de qué manera nos importa”, reflexionó el analista político.
Para Guillermo Holzmann, los puntos importantes tienen relación con el Mar Rojo, es el Estrecho de Ormuz donde está la presión porque ese conflicto interrumpe la cadena de suministro, porque lo encarece y tiene un costo adicional en la carga, en los seguros, en combustible. “Tiene un costo adicional que finalmente lo pagamos nosotros como consumidores de todo eso”, explicó el académico de la Universidad de Valparaíso y magister en Ciencia Política.
“Cuando hablamos de sustentabilidad, por ejemplo, estamos hablando de que es imposible construirla en el corto plazo sin una mirada a largo plazo. Recomiendo, en términos metodológicos, primero saber observar, separar los intereses de las potencias de las cuales dependemos. Recuerden que nosotros operamos reaccionando, y así nos pasó con Chancay, o sea, reaccionamos, no construimos el futuro. Si nosotros no reaccionamos, dentro de todos los actores que están incidiendo en la cadena de suministros, nos vamos a ir quedando cada vez más atrás. Necesitamos pensamiento innovador”, concluyó Guillermo Holzmann.