Guerra comercial: ¿Podría el mundo acostumbrarse a vivir sin Estados Unidos?

Analistas se refirieron a esta pregunta y aseguraron que, si bien es poco probable que esto ocurra, la posibilidad de que otros mercados se reorganicen y que el dólar pierda importancia podría ser una de las consecuencias.
La guerra comercial que Estados Unidos lidera contra las economías del mundo tuvo una pausa que durará algunos meses, aunque la tensión con China se mantiene luego del 145% de aranceles que Donald Trump aplicó a los productos de ese país, y la respuesta del 125% de Xi Jinping no dejó indiferente a nadie, menos a los mercados.
Ahora, el anuncio del gobierno chino de suspender las exportaciones de una amplia gama de minerales críticos como tierras raras e imanes, insumos fundamentales para productores de automóviles, semiconductores y materiales de guerra que ven con preocupación la medida. Incluso, existe una orden a los puertos de la nación asiática para impedir la salida de cargamentos con este producto.
Día a día se conoce una nueva arista de un problema que lejos de apaciguarse se enciende. Es evidente que el mundo depende en cierta medida de lo que pueda hacer EE.UU., una de las economías más potentes del planeta. La pregunta es, ¿qué pasaría si el mundo dejara de depender de Estados Unidos? ¿Cómo podría afectar el desarrollo de la economía mundial?
En opinión de Ana María Vallina, profesora de la Escuela de Negocios y Economía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y quien fuera Jefa de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, "si Estados Unidos estuviera relativamente aislado se reorganizarían los otros mercados y otros países proveerían los bienes que exporta dicha nación, excepto aquellos en que USA sea muy eficiente y sea competitivo por sobre las medidas que adopten otros países. Los empresarios norteamericanos producirían más de los productos protegidos por aranceles más altos y el resto del mundo tendría que encontrar nuevos mercados de exportación o incluso proveer a su mercado doméstico".
Por su parte, René Fernández, economista y académico de la Universidad de Santiago, recordó que "el dólar norteamericano es la moneda de reserva más importante. Un porcentaje superior al 50% de las reservas internacionales son en dicha moneda. Si hubiese un cambio en la configuración del poder económico mundial, observaríamos mayor volatilidad en los mercados financieros globales y aumentarían los costos de financiamiento".
Para Juan Ortiz, economista de la Universidad Diego Portales, "el proceso de desdolarización, es decir el menor uso del dólar como moneda internacional para el uso de transacciones en el comercio internacional y flujos de capitales, tiene múltiples efectos. Por una parte, implica una depreciación del dólar multilateral, es decir un fortalecimiento de las monedas con respecto al dólar que se apreciarían con respecto a esta moneda impactando a su vez la rentabilidad de los activos financieros denominados en dicha moneda"
Sobre lo mismo, la académica de la PUCV, Ana María Vallina, aseguró que "el dólar podría disminuir su importancia, así como le pasó a la libra esterlina. El Euro posiblemente seguiría teniendo importancia y la moneda china podría aumentar su relevancia. Habría que ver cómo se comporta India, pero por capacidad productiva y estabilidad, no percibe otra moneda a nivel mundial, en estos momentos".
Más que reemplazar a EE.UU. se busca no depender del dólar
Ahora, para el economista de la Usach, René Fernández, "en el escenario ficticio de que se reemplaza a Estados Unidos, bloques como la Unión Europea, Asia y eventualmente, alianzas como los BRICS, podrían aumentar su influencia económica, aunque requerirían estabilidad institucional y confianza global para consolidarse".
´"Como bloque, sería BRICS y Unión Europea. Inglaterra podría aumentar su influencia, pero para países sin bloqué es más difícil", comentó Ana María Vallina. Mientras, Juan Ortiz sostuvo que "países como Rusia, India, Turquía o Brasil entre otros, están buscando alternativas para reducir su dependencia del uso del dólar. Por lo tanto, más que bloques lo que se ha estado configurando desde hace años son esfuerzos de coordinación económica y diplomática entre países. Mas que reemplazarlo, buscan reducir su dependencia respecto al uso del dólar".
Consultados sobre cómo el comercio internacional podría funcionar eficientemente sin Estados Unidos como protagonista, René Fernández, economista de la Usach, cree que "efectivamente, el comercio internacional podría seguir funcionando sin su presencia. Sin embargo, los mercados en el periodo de reconfiguración estarían cargados de mayor incertidumbre y menor eficiencia en el corto plazo, hasta que finalmente se establezcan nuevas normas, monedas y liderazgos claros".
"El comercio internacional funcionaría con menos eficiencia porque hay sectores en que Estados Unidos actualmente es más eficiente en términos relativos, lo que ocurre cuando una economía no participa a nivel mundial. Estados Unidos también funcionaría con menos eficiencia dado que tendría que producir para su mercado en bienes que otros países requieren menos recursos y los insumos que importan van a ser más caro porque pagarían mayores aranceles", explicó Ana María Vallina.
Por último, Juan Ortiz indicó que "no es esperable en el corto plazo que el uso del dólar se extinga en el comercio internacional, pasarán décadas antes que esto ocurra, si es que efectivamente se llega a ese resultado. Por lo tanto, no es plausible esperar que el comercio internacional funcione hoy por hoy sin que Estados Unidos a través del dólar sea un protagonista relevante. En resumen, el dólar ha perdido su hegemonía, pero sigue siendo la principal moneda de uso en el mercado internacional"