Puertos de Rotterdam y Amberes piden rápida implementación del Clean Industrial Deal

Los puertos europeos miran el futuro para potenciar la competitividad.

Aspectos como el coste energético, el crucial papel del hidrógeno en la industria y la necesidad de potenciar la infraestructura son claves para ambos terminales portuarios.

Los puertos de Rotterdam y de Amberes-Brujas acogieron favorablemente el Clean Industrial Deal con el que la Comisión Europea pretende reforzar la competitividad de la industria europea. Los puertos apoyan la estrategia de combinar la fortaleza económica y una transición sostenible, y subrayan que ha llegado el momento de concretar las medidas anunciadas. 

Los directores ejecutivos de ambas autoridades portuarias reciben regularmente de las empresas de los puertos y de sus sedes internacionales la noticia de que están reconsiderando su presencia e inversiones en Europa. Los directores ejecutivos afirmaron que no existe una solución única y sencilla, sino que implica múltiples acciones. "Si queremos preservar nuestra industria y nuestra prosperidad para las generaciones futuras, las palabras deben convertirse ahora en hechos", señaló el comunicado.

En la presentación del paquete de medidas, la Comisión Europea también pide a los gobiernos nacionales que adopten medidas a corto plazo en materia de precios de la energía, coordinación de infraestructuras y regulación de la UE. Estos aspectos son algunos de los mayores desafíos para las empresas de la región de Amberes-Rotterdam-Rin-Ruhr, una de las regiones industriales más importantes de Europa y el cuarto clúster químico más grande del mundo. Por ello, los puertos respaldan la idea de que un enfoque europeo debe ir de la mano de medidas nacionales.

Hay tres elementos en el paquete que son especialmente importantes para los puertos como el alivio de la presión sobre los costes energéticos, el papel crucial del hidrógeno que es considerado un componente importante para la descarbonización del sistema energético europeo, y la infraestructura como columna vertebral de la transición donde los puertos respaldan la ambición de la Comisión de trabajar en la interconectividad y en la construcción de nuevas infraestructuras energéticas.