Maersk analizará proyecto de propulsión nuclear para buques portacontenedores
Se estima que a velocidad del transporte podría aumentar considerablemente con el uso de este sistema de propulsión, además de los beneficios en el plano de la descarbonización.
La empresa naviera danesa Maersk se comprometió al estudio del desarrollo de un buque portacontenedores propulsado por energía nuclear. De esta manera, junto a las firmas Lloyd's Register y CORE POWER trabajarán en el estudio de evaluación regulatoria para determinar las consideraciones de seguridad para un potencial buque de estas características.
De acuerdo a lo informado, el estudio conjunto investigará los requisitos para actualizar las normas de seguridad junto con la mejor comprensión operativa y regulatoria que se necesita para la aplicación de la energía nuclear en el transporte de contenedores.
El director ejecutivo de Lloyd's Register, Nick Brown, señaló que “el inicio de este estudio conjunto marca el comienzo de un viaje apasionante hacia el desbloqueo del potencial de la energía nuclear en la industria marítima, allanando el camino para operaciones libres de emisiones, redes de servicio más ágiles y una mayor eficiencia a través de la cadena de suministro”.
Por su parte, Ole Graa Jakobsen, jefe de tecnología de flotas de Maersk, indicó que “si estos desafíos pueden abordarse mediante el desarrollo de los nuevos diseños de reactores de cuarta generación, la energía nuclear podría potencialmente convertirse en otra posible vía de descarbonización para la industria logística dentro de diez a quince años”.
La empresa CORE POWER, desarrollador de propulsión atómica marina con sede en el Reino Unido, presentó en el 2023 un diseño para un portacontenedores de 2.800 TEU con propulsión nuclear. “Los nuevos buques propulsados por energía nuclear pueden anunciar el fin de la navegación lenta”, señaló Rory Megginson, director de análisis de la firma británica.
En su opinión, esta nueva tecnología podría hacer más rápidos a los buques. Según los modelos CORE POWER, los tiempos de tránsito podrían reducirse de 10,2 días a 6,5 días, aumentando así los viajes de ida y vuelta anuales de 28 a 41.