Entrevista

Franco Gandolfo: "En la región de Valparaíso se moviliza más del 70% del PIB de Chile"

Desde el 2019, Franco Gandolfo es el Gerente General de la Empresa Portuaria de Valparaíso.

El ingeniero civil industrial, precisó que para concretar el proyecto de ampliación portuaria, será necesario una serie de medidas de mitigación, dentro de las que se encuentra la construcción de un ascensor en el Cerro Arrayán.

El Gerente General de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), Franco Gandolfo, conversó con Agenda Marítima sobre los proyectos futuros que se vienen para la capital de la Quinta Región. Después de un proceso llamado "Valparaíso escucha" se alcanzó el Acuerdo por Valparaíso, que intenta ser una hoja de ruta para la ampliación portuaria.

Si bien el Puerto de Valparaíso destaca por su eficiencia, la cantidad de metros cuadrados próximamente serán insuficientes para satisfacer la demanda de productos.

¿Cuál es la situación actual del Puerto de Valparaíso y cuáles son sus perspectivas de futuro?

El Puerto de Valparaíso sigue siendo un enclave portuario y logístico crucial para la región, movilizando el 33% de la carga regional y contribuyendo significativamente al comercio exterior del país . A pesar de su relevancia, el puerto enfrenta el desafío de crecer y desarrollar más infraestructura para seguir sirviendo al comercio exterior y mantener la diversidad de opciones portuarias en la región. No olvidemos que en la región de Valparaíso se moviliza más del 70% del PIB de Chile.

Valparaíso está en un proceso positivo de crecimiento gracias a un extenso diálogo llamado "Valparaíso Dialoga", que ha permitido recoger experiencias y discutir cómo crecer y desarrollarse. El 23 de octubre del año pasado se firmó el "Acuerdo por Valparaíso", un hito importante que marca una nueva etapa en el desarrollo del puerto. Este acuerdo es el resultado de un proceso de diálogo extenso y participativo que involucró a diversos actores de la comunidad, incluyendo autoridades, empresas, organizaciones sociales y ciudadanos.

El "Acuerdo por Valparaíso" establece una hoja de ruta para el desarrollo futuro del puerto, con un enfoque en la sostenibilidad, la integración con la ciudad y la generación de beneficios para la comunidad. El acuerdo también contempla la creación de un nuevo modelo de gobernanza para el puerto, que promueva la participación ciudadana y la transparencia en la toma de decisiones.

¿Cómo se logró confluir todos los intereses, las opiniones de la gente del ámbito portuario, mercante y político?

Valparaíso ha explorado muchas alternativas de desarrollo. No se puede desarrollar un puerto en cualquier lugar; se necesitan vialidades de acceso, aguas abrigadas, y es fundamental ganar terreno al mar. Además, vivimos en una ciudad que ha crecido no solo gracias a la actividad portuaria, sino también en otras áreas como el turismo, la actividad universitaria y los servicios. La discusión y el gran desafío en esta conversación institucional con las autoridades y la ciudadanía es encontrar un equilibrio entre todas estas vocaciones que conviven en la ciudad. Todas las ciudades puerto enfrentan estas discusiones y las resuelven de diversas maneras.

Para nosotros, el 23 de octubre de 2023 es un hito significativo, ya que nos permite generar consensos para resolver varios temas cruciales. Primero, es fundamental cómo va a crecer el puerto y cómo va a duplicar su capacidad para transferir contenedores y cargas fraccionadas, como la fruta y el fierro de construcción que se mueve por Valparaíso. También es esencial para proyectos eólicos y forestales.

Otro mercado muy importante es el de los cruceros, que también demanda infraestructura. Por lo tanto, en este acuerdo por Valparaíso, resolvemos cómo el puerto crecerá duplicando todas sus capacidades y cómo generaremos una nueva relación entre la ciudad y su borde costero. No solo nos enfocamos en el espacio que administra la empresa portuaria, sino en los 11 kilómetros de borde costero de la ciudad, que tienen un gran potencial de desarrollo para diversas actividades.

Además, el acuerdo establece una nueva relación entre el puerto y la ciudad, con la participación de instituciones, la alcaldía, el gobierno regional, gremios portuarios y de transportistas, gremios de turismo, la Cámara de Comercio, la Cámara Chilena de la Construcción, el comercio detallista, universidades y vecinos de Valparaíso. Este consenso es crucial para trabajar en una propuesta que se entregará al Estado, buscando cambios normativos que permitan mayor participación de las alcaldías y gobiernos regionales en las decisiones de las empresas portuarias.

¿Cuáles son las principales modificaciones que se están llevando a cabo en el proyecto portuario y cómo impactarán estas en el desarrollo urbano y económico de Valparaíso?

Al reducir una parte del proyecto, compensamos este ajuste con crecimiento en otras áreas. En la etapa actual, se está discutiendo solo el denominado sitio costanera, que representa una reducción del proyecto.

Al disminuir el proyecto en esta área, necesitamos expandirnos en otras, lo que implicará nuevos trámites ambientales que ya estamos preparando. El proyecto incluye elementos portuarios esenciales como frentes de atraque, equipamiento para la transferencia de carga y áreas de respaldo. Además, este proyecto debe integrarse urbanamente con la ciudad, una dimensión muy relevante.

El proyecto incorpora tres intervenciones importantes en el borde costero y una en el sitio de patrimonio mundial. Primero, estamos trabajando junto al gobierno, a través del Ministerio de Vivienda y Serviu, en el desarrollo del Parque Barón, un proyecto conjunto en un terreno portuario de dos hectáreas destinado a la ciudad. Este parque, que será un motor de desarrollo y acceso al borde costero, se conectará mediante tres intervenciones: una continuidad desde el parque hasta Bellavista, una plaza denominada Plaza del Mar, y un paseo que permitirá admirar la ciudad y la actividad portuaria.

Además, se generará una vialidad urbana peatonal con ciclovía en el recinto portuario, extendiéndose más de 2 km de borde costero abierto y de alta calidad. Estas obras serán construidas y mantenidas por el proyecto, lo que resuelve un problema relevante para Valparaíso en cuanto a la generación y cuidado de espacios públicos.

El proyecto también incluye la construcción de un nuevo ascensor, el ascensor Arrayán, que no solo conectará a los vecinos del cerro con el borde, sino que también generará un impacto turístico y de desarrollo significativo.

En términos de infraestructura portuaria, estamos duplicando nuestra capacidad de transferencia de carga contenerizada y fraccionada, y estamos incluyendo infraestructura preferente para el mundo de los cruceros, permitiendo movilizar dos naves de hasta 300 metros de eslora. Esto no solo atenderá a los cruceros en la temporada estival, sino también a la carga fraccionada durante el resto del año.

Finalmente, este proyecto portuario busca no solo satisfacer las necesidades de transferencia de carga, sino también integrar la actividad portuaria con la ciudad y su atractivo turístico, beneficiando tanto a Valparaíso como a sus alrededores. Esperamos que la ciudad responda, se ponga de acuerdo y concrete estas obras que representan una nueva esperanza de prosperidad para Valparaíso.

Si no hay ampliación portuaria, ¿cómo afectará esto a la competitividad del comercio exterior chileno?

Nuestra región es una región portuaria por excelencia, con una capacidad compartida para atender la demanda de importación y exportación a través de los puertos de Valparaíso y San Antonio. Ambos sistemas portuarios deben desarrollarse para mantener la competitividad de nuestro comercio exterior. Si no nos desarrollamos, aunque transferiremos las cargas necesarias, los costos serán significativamente más altos debido a la congestión y los tiempos de espera de las naves por la falta de capacidad suficiente.

En segundo lugar, debemos considerar los desarrollos que ya están concretándose, como la inauguración de la primera parte de Puerto Chancay en Perú en noviembre. Este proyecto, aunque comenzó como un desarrollo minero, también tendrá capacidad para atender naves de carga contenerizada. Chile tiene un tamaño de comercio exterior y tipos de carga que lo mantendrán como un destino atractivo, como el cobre, la celulosa, la fruta, y el vino. Somos el segundo usuario del Canal de Panamá, lo cual subraya nuestra importancia en el comercio global.

Necesitamos desarrollarnos para no perder competitividad. El proyecto más avanzado en este momento es el de Valparaíso, y debe ser impulsado. Posteriormente, el proyecto de San Antonio también deberá concretarse, ya que será necesario si nuestro comercio exterior continúa creciendo. Además de más puertos, necesitamos más carreteras e intermodalidad ferroviaria para mantener y mejorar nuestra competitividad en el mercado global.