Puerto Valparaíso reduce el Proyecto TCVAL y propone nuevo paseo costero
"Posiblemente la medida de mitigación más importante considera reducir la extensión del muelle en el proyecto original de TCVAL, de 785 a 430 metros", señaló el presidente del Directorio de EPV
El Puerto de Valparaíso presentó una adenda al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) que busca responder a las 55 observaciones de la autoridad respecto a los impactos de la ampliación portuaria en el paisaje y el medio humano. Este documento refleja las modificaciones acordadas en el Acuerdo por Valparaíso, resultado de un proceso de diálogo con autoridades locales, regionales, gremios, universidades, agrupaciones ciudadanas y vecinos.
Luis Eduardo Escobar, presidente del Directorio de EPV, destacó que la ampliación del puerto es crucial para mantener su competitividad y potenciar el desarrollo de la ciudad. Subrayó que el diálogo y los consensos logrados han permitido diseñar un proyecto que duplica la capacidad del puerto, fortalece la economía regional y mejora la calidad de vida en Valparaíso.
Las medidas de mitigación y compensación presentadas en la adenda incluyen la reducción de la extensión del muelle del proyecto original TCVAL de 785 a 430 metros, minimizando su impacto en la ciudad. Además, se proponen diversas iniciativas urbanas que tendrán un alto impacto en el patrimonio y el acceso de las personas al borde costero. Entre estas medidas destacan la creación de un nuevo espacio público dentro del recinto portuario con vistas y acceso directo al mar, la extensión del paseo costero existente, la construcción de una plaza en el sector de la Estación Bellavista y la creación de un mirador al costado del Sitio Costanera.
Otra de las obras significativas es la construcción del nuevo ascensor El Arrayán, que mejorará la situación actual del área y ofrecerá vistas a la bahía y el mar en la zona de amortiguación del Sitio de Patrimonio Mundial. Este ascensor conectará peatonal y verticalmente las calles Bustamante en el Barrio Puerto y Almirante Riveros en el cerro Arrayán, facilitando la conexión peatonal y generando vistas hacia la bahía, el centro habitacional Quebrada Márquez y la Iglesia La Matriz.
En cuanto al medio humano, se ha desarrollado un levantamiento de información histórica de la actividad pesquera. Mientras se construye la nueva caleta en Roca la Baja, se implementará un plan para gestionar la buena convivencia y resolver conflictos en la caleta El Manzano en Quintero. Además, se ha asumido un Compromiso Ambiental Voluntario (CAV) para mantener la infraestructura y el equipamiento productivo, garantizando así las condiciones materiales para la actividad pesquera artesanal en esa caleta.