Crisis del Mar Rojo aumentó consumo de combustible en 1 millón de toneladas mensuales
El conferencista Adrián Tolson mencionó que el combustible, los precios y margenes, de la industria marítima están influenciados por los conflictos geopolíticos.
El futuro del abastecimiento de combustible, precios y márgenes sigue siendo influenciado por tensiones geopolíticas y conflictos, pero el sector aún presenta numerosas oportunidades, afirmó el experto Adrian Tolson durante una conferencia en Panamá.
En su intervención en la "Semana Marítima de las Américas" de Petrospot, Tolson, propietario de la consultora 2050 Marine Energy y vicepresidente de la Asociación Internacional de la Industria de Combustibles (IBIA), explicó que la crisis de navegación en el Mar Rojo ha afectado significativamente la demanda. Además, junto con los problemas del Canal de Panamá, ha creado desafíos logísticos únicos para el transporte marítimo y ha alterado los patrones de compra de combustible.
"Se estima que solo en 2024, la crisis del Suez ha incrementado el consumo de combustible en 1 millón de toneladas métricas por mes debido a los desvíos de barcos", fue lo que señaló Tolson según el medio Seatrade-maritime. "Estos tipos de desafíos generalmente hacen que la cadena de valor del combustible sea rentable para sus participantes".
Tolson explicó que la demanda de HSFO (Fuel-oil de alto contenido en azufre) ha alcanzado niveles no vistos desde la implementación de la normativa IMO 2020, impulsada por los buques portacontenedores con depuradores instalados. Sin embargo, a pesar de ser el tipo de combustible predominante en algunos puertos importantes, es poco probable que juegue un papel significativo en el futuro, afirmó.
Por otro lado, los combustibles alternativos futuros están tardando en establecerse, con volúmenes de ventas de biocombustibles y GNL (Gas Natural Licuado) aún limitados en puertos importantes.
Tolson expresó que el GNL sigue siendo incierto como solución a largo plazo para la descarbonización debido a los desafíos de gases de efecto invernadero a lo largo de su ciclo de vida. Los biocombustibles, aunque son la forma más fácil a corto plazo para que los barcos reduzcan su huella de carbono, carecen de suficientes incentivos gubernamentales en la mayoría de los mercados de combustibles de las Américas.
Mientras tanto, combustibles como el hidrógeno, metanol y amoníaco parecen ser los favoritos para las nuevas órdenes de construcción de barcos. Las versiones con bajos niveles de gases de efecto invernadero de estos combustibles probablemente estarán disponibles en cantidades significativas en América del Norte, gracias a los enormes incentivos y asistencia de infraestructura proporcionados por la Ley de Reducción de la Inflación (2022) en los Estados Unidos. Tolson especuló que esto proporcionará una ventaja regional significativa sobre otras ubicaciones globales para estos tipos de combustibles alternativos.