Sequía en Panamá impactaría en abastecimiento de combustibles desde Estados Unidos

La zona del Canal enfrenta un severa sequía que impacta en las operaciones del paso.

Las restricciones de navegación a través del canal ya ocasionan que algunos barcos tomen la ruta por el Estrecho de Magallanes para navegar desde la costa este de Estados Unidos a Chile, con aumento de costos, emisiones GEI y tiempo de viaje .

Un informe que publicó Reuters da cuenta del escenario que enfrentan las navieras por las restricciones en el Canal de Panamá y anticipa que esto impactaría en el transporte de combustibles desde el país del norte hasta Chile.

El análisis cita a Matt Smith, analista del servicio de seguimiento de barcos Kpler, quien indica que “el cambio significará que menos gasolina estadounidense llegará a la costa oeste de Sudamérica, particularmente a Chile, país que probablemente sacará gasolina de Asia”.

Además menciona el caso concreto del petrolero Cururo que tomó el derrotero desde Houston a Chile a través del paso del Estrecho de Magallanes. El viaje podría durar 32 días y recorrer más de 10.000 millas náuticas (18.520 kilómetros), en comparación con unos 23 días y menos de 5.000 millas para una ruta típica a través del Canal de Panamá. Añade que Otros dos buques de productos refinados, Green Sky y High Loyalty, también tomaron rutas más largas hacia o desde Chile que evitan el Canal de Panamá.

El analista de Kpler citado por Reuter también señala que la producción de combustibles en la costa este de Estados Unidos se exporta cada vez más a Europa, a medida que América del Sur compra menos debido a las dificultades en el Canal. Alrededor del 45% de las exportaciones estadounidenses de diésel se dirigieron al viejo continente en lo que va de diciembre, en comparación con el 21% el mes pasado.

La redirección de los flujos de productos refinados también conducirá a una mayor actividad naviera medida en toneladas-milla y mayores tarifas de flete a medida que los petroleros estadounidenses que normalmente van a Sudamérica ahora crucen el Atlántico hacia Europa, o a medida que los barcos de Asia viajen a Sudamérica.

Un escenario para el que no se ven cambios en lo inmediato y que impactará en los precios de fletes y costos para los consumidores finales.