OK Ship y la experiencia de un servicio innovador en Magallanes
A partir del 2021, un grupo de ingenieros navales formados en la Universidad Austral de Chile se instaló en Punta Arenas para responder a una necesidad que hasta entonces no estaba cubierta en la zona: ofrecer un servicio independiente de ingeniería, arquitectura y consultoría a las industrias marítima, pesquera y del turismo.
Se trata de una experiencia que ha resultado exitosa y que es liderada por el ingeniero naval Pedro Álvarez, gerente de proyectos de OK Ship. En apenas dos años, la compañía consultora ya ha trabajado en más de 200 proyectos diferentes, vinculados a embarcaciones de todo tamaño, desde pesca artesanal hasta cruceros y naves de cabotaje.
Desde que terminó su carrera en la universidad, Álvarez trabajó en la Directemar en Puerto Montt y Magallanes acumulando, según relata, una valiosa experiencia profesional, especialmente en materias normativas del ámbito marítimo.
Viendo que en la zona austral hacía falta un servicio profesional dedicado a la atención de proyectos de ingeniería y arquitectura naval y de consultoría especializada, decidió independizarse y crear la empresa en la que hoy trabaja junto a dos colegas que también se trasladaron a la zona más austral.
“El 2020 presenté mi retiro en la Armada y el 2 de enero del 2021 ya estábamos organizando OK Ship”, recuerda en conversación con Agenda Marítima.
¿Cómo notaron la necesidad de este tipo servicios que llevaron luego a la creación de OK Ship?
La misma industria me hacía llegar consultas, pero nosotros no éramos asesores técnicos, podíamos aclarar dudas pero no asesorar. La gran diferencia está en la formación, porque yo tuve una muy diferente a la de los colegas navales por el tema reglamentario y de procesos administrativos asociados con que un proyecto tenga viabilidad. Y ese bagaje lo pasamos a OK Ship y lo aplicamos como una ventaja frente a la competencia, pese a que en Magallanes prácticamente no la tenemos.
Relata que esa combinación de oferta técnica y de asesoría normativa fue muy bien recibida considerando el alto costo de los proyectos de intervención en embarcaciones y la posibilidad de errores normativos que hagan incurrir en mayores gastos al armador.
¿Cuáles son los sectores que demandan más servicios de la empresa?
La pesca artesanal, la pesca industrial y el turismo. Esos son nuestros frentes de trabajo en estos momentos. Y otro trabajo interesante son los bancos y las compañías aseguradoras que necesitan profesionales muy especializados para hacer evaluaciones de condición tasaciones. En el tema de las tasaciones hay una tremenda brecha por la falta de especialización para evaluar la condición del casco, la maquinaria o el equipamiento de un buque.
¿En cuántos proyectos han trabajado en los dos años que lleva la empresa?
Cuando yo comencé, lo hice pensando principalmente en la consultoría más que en la ingeniería naval, porque desarrollar planos y proyectos demanda mucho tiempo. Pero después llegó un alumno en práctica que se quedó en la empresa y con él empezaron a llegar proyectos y me di cuenta que el área de ingeniería igual era factible y desde entonces esa área lo único que ha hecho es crecer. Y después llegó un tercer colega para un proyecto grande que tuvimos el año pasado, y pensábamos que se quedaría por unos tres meses pero todavía está aquí.
¿En qué han consistido los proyectos más grandes?
Proyectos de viabilidad para modificaciones importantes en las naves, por ejemplo una nave que quedó chica y necesita más espacio de carga. Eso implica toda una evaluación reglamentaria y estructural y todo eso lo englobamos y termina en un proyecto que después va a la Autoridad Marítima para el visto bueno. Esos proyectos son principalmente de naves mayores, pero en las naves menores tenemos mucho de ingeniería inversa, que es cuando no tienen ningún plano y para eso es un gran ventaja estar aquí. Para todo esto apostamos a aumentar en tecnología y tenemos equipos para medir espesores de planchas, otro para georeferenciar en los buques y este año vamos por un escáner en tres dimensiones, que va a demandar una gran inversión, pero queremos dar ese salto.
¿Qué perspectivas ven para ustedes en el desarrollo del hidrógeno verde en la región?
Técnicamente, donde habrá mayor desarrollo será en el área portuaria con aumento en la recalada de buques y eso implica un aumento en los servicios asociados al puerto. Y una de las cosas que me gustaría ver es crecer la capacidad de astilleros, porque Asmar tiene capacidad para recibir buques grandes, pero para recibir buques como los que van a llegar no hay ninguna posibilidad. Se ha conversado sobre el sector de Laredo que es una bahía preciosa con explanadas para poder hace astilleros y galpones. En eso nos gustaría aportar.