Pese a resultados decrecientes Hapag-Lloyd indica tener un sólido inicio de año
Los resultados de la naviera en el primer trimestre del año están determinados por una demanda global débil, una caída en los volúmenes de transporte y tarifas de flete más bajas.
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Hapag-Lloyd cerró el primer trimestre de 2023 con un EBITDA de US$ 2,4 mil millones (EUR 2,2 mil millones). El EBIT disminuyó a US$ 1.9 mil millones (EUR 1,7 mil millones) en comparación con el mismo periodo del año anterior, y la ganancia del grupo también estuvo por debajo del nivel del año 2022, en US$ 2 mil millones (EUR 1,9 mil millones).
El volumen de transporte fue un 4,9% inferior respecto del primer trimestre del año pasado, con 2.842 TTEU (Q1 2022: 2.987 TTEU), debido a la reducción local de inventarios y una demanda global más débil.
Además, la tarifa de flete promedio más baja de 1.999 US$/TEU (Q1 2022: 2.774 US$/TEU) fue particularmente responsable de la disminución de los ingresos, que alcanzaron US$ 6 mil millones (EUR 5,6 mil millones). Los costos de transporte se mantuvieron en el nivel del año anterior de USD 3,3 mil millones.
La reducción del volumen de transporte fue acompañada por aumentos de costos relacionados con la inflación y un precio de bunker más alto, de US$ 645/t (Q1 2022: USD 613/t).
"Pese a los resultados decrecientes, hemos tenido un sólido inicio de año. El entorno del mercado se ha normalizado, con las disminuciones correspondientes en la demanda y tarifas de flete. Sin duda, esto tendrá un impacto en nuestras ganancias a lo largo del año, por lo que estaremos muy atentos a nuestros costos. Además, estamos avanzando en el desarrollo de la Estrategia 2030 del Grupo, que se centrará en la calidad y la sostenibilidad", dijo Rolf Habben Jansen, CEO de Hapag-Lloyd AG.
Para el año 2023, Hapag-Lloyd mantiene el pronóstico publicado el 2 de marzo. Se espera que el EBITDA esté en el rango de USD 4,3 a 6,5 mil millones (EUR 4 a 6 mil millones) y el EBIT esté en el rango de USD 2,1 a 4,3 mil millones (EUR 2 a 4 mil millones). Sin embargo, la guerra en Ucrania, otras incertidumbres geopolíticas y las persistentes presiones inflacionarias están creando riesgos que podrían impactar negativamente en la proyección.
