Fepasa y Transap destacan bondades del tren para transportar carga entre Santiago y San Antonio
Ambas empresas señalan las ventajas comparativas del modo ferroviario y cuáles son las cargas más apropiadas para ser movilizadas por este medio en la macrozona central de Chile.
En el marco del Plan de Logística Colaborativa para la temporada alta de exportación de fruta fresca, que lideran los ministerios de Transportes y Economía, la Comunidad Logística de San Antonio (Colsa) declaró como una de sus acciones incentivar a exportadores e importadores en el uso del tren para movilizar sus mercancías que pasan por puerto San Antonio.
Los gerentes generales Juan Pablo Bowen de Transap, y David Fernández de Fepasa, indican que clara evidencia de que son muchas las ventajas para los clientes el usar el tren como medio de transporte de carga, ya sea para importación o exportación de mercancías y es además totalmente factible para las cargas que se transfieren a través de Puerto San Antonio.
En cuanto a capacidades, el tren puede transportar unos 40 contenedores de 40 pies con frecuencias diarias entre Santiago y San Antonio además de carga voluminosa no contenedorizada.
Para la importación, el proceso inicia cuando el cliente asigna la carga al porteador ferroviario junto con notificar al agente de aduanas para que entregue toda la documentación necesaria para el retiro de los contenedores desde el puerto. A continuación, los contenedores de importación se retiran en camión desde la nave correspondiente, de acuerdo con el horario entregado por cada concesionario portuario, y son trasladados a la zona de acopio del tren para su posterior transferencia a este.
Una vez terminada la operación de carga de los contenedores de importación al tren, éste emprende su viaje con destino a los terminales ubicados en Santiago donde los contenedores son descargados, almacenados y despachados por camión para su posterior entrega en la bodega del cliente.
En cuanto a la salida de mercancías al exterior, el proceso inicia con el cliente asignando la carga y entregando reserva para retiro del contenedor vía camión desde depósito en Santiago o San Antonio. Posteriormente, el camión se dirige a la bodega del cliente para consolidar la carga al interior del contenedor. A continuación, el contenedor debe ser cerrado con sus respectivos sellos para resguardo de la carga e ingreso al puerto. Concluido este proceso, el camión entrega el contenedor sellado en el terminal ferroviario en Santiago para ser almacenado, cargado al tren y transportado y entregado en el stacking de la nave en el puerto.
En Fepasa y Transap indican que es importante considerar los siguientes aspectos para la programación del transporte:
a) El tiempo de entrega desde el terminal en Santiago hasta el stacking terminal portuario puede tomar entre 24 y 48 horas, contados desde que el contenedor es recepcionado.
b) La regularización de la documentación para exportación es de exclusiva responsabilidad del cliente.
c) Los contenedores son despachados desde terminal en Santiago, sí y solo sí se encuentran en regla (visados) para ingresar a la zona primaria de concesionarios portuarios en San Antonio.
La Red ferroviaria va desde San Antonio, operando al costado de DP World San Antonio, en Estación Barrancas, hasta Santiago, arribando a los distintos terminales con aptitud ferroviaria, ubicados de Norte a Sur como sigue: Terminal Agunsa, Colina; Terminal SAAM Logistics, Renca; Terminal Alameda, Estación Central; Terminal Contopsa, San Bernardo; Terminal D&C La Divisa, San Bernardo y Terminal Sitrans, San Bernardo. Todos estos terminales cuentan con desvíos ferroviarios al interior de sus recintos y son capaces de transferir y almacenar carga en sus depósitos para posterior entrega de la carga en bodega del cliente. Este flujo también es válido de manera inversa, para la exportación de contenedores.
Ventajas del modo ferroviario
Comparativamente con el transporte rodoviario, los costos son muy competitivos. El tren puede trasladar un equivalente a 45 camiones (caso contenedores), con un ahorro de combustible de un 70%, es conducido por una tripulación compuesta por un maquinista y un ayudante, altamente capacitados en temas ferroviarios.
Los menores costos del ferrocarril y sus mayores ventajas en términos de impacto medioambiental, eficiencia, menor congestión y menor riesgo de accidentabilidad, entre otros, permiten reducir los costos de la cadena logística de los productos de exportación y dar más seguridad al servicio, lo que favorece la competitividad de Chile.
Otras ventajas a destacar son la seguridad, con carros ferroviarios diseñados especialmente para el traslado eficiente de la carga, con sistemas de traba puertas que hacen prácticamente inviolables los contenedores mientras están siendo transportados por el tren. Pero la seguridad no solo se limita en impedir el robo de la carga, también está presente en una menor tasa de accidentes por tonelada transportada.
En trazabilidad, el tren esta siempre bajo seguimiento ya que, por normativa ferroviaria, tiene que pedir autorización para poder circular en un tramo de la vía férrea, lo cual implica una ruta conocida desde el minuto que parte su viaje.
Para el medio ambiente, el menor consumo de combustible se traduce en menores emisiones de CO2, también influye positivamente en el entorno vial de los centros de distribución de los operadores logísticos ya que no impacta la vialidad circundante, el tren sale o entra encapsulado a los orígenes y destinos respectivamente.
Otro aspecto que se ignora al comparar el camión y el tren es el impacto de la contaminación producida por los neumáticos, en Chile, solo el 20% de las 80.000 toneladas anuales de neumáticos que se desechan son reciclados, el resto se acumulan en vertederos. En cambio, las ruedas de trenes son de acero y solo requieren rectificarse cuando alcanzan un millón de kilómetros recorridos. En tanto, cuando ya no es posible rectificarlos son fundidos para reciclaje.
En Fepasa y Transap destacan también la menor congestión en ciudades y rutas por la congestión de camiones, situación que se agrava en temporadas de exportación de fruta, por ejemplo. Un solo tren de carga elimina 160 viajes de camiones cargados y retorno vacíos.
En términos de infraestructura el costo de vialidad por kilómetro puede ser hasta ocho veces superior al de inversión en ferrocarriles. Esto se explica por el requerimiento de una faja de terreno más angosta (vía simple), y la tecnología más simple que involucra balasto, durmientes, rieles y sujeciones en comparación con vialidad que requiere subbase compactada, base granular y carpeta de rodado.