2025: Los proyectos clave en materia de infraestructura portuaria y logística del MTT
Las ampliaciones portuarias, el avance del proyecto Puerto Exterior San Antonio y el desarrollo de la infraestructura para la industria del hidrógeno verde son los principales desafíos para este año.
Un 93% de nuestro comercio exterior, alrededor de 123 millones de toneladas, pasan por un puerto en nuestro país. De ahí la vital importancia del transporte marítimo y las infraestructuras portuarias para poder desarrollar los diferentes sectores económicos, la generación de trabajo, la generación de riquezas y el propio abastecimiento. Al final del día, gran parte de las cosas que usamos, que comemos son producto de esta impresionante logística marítima-portuaria.
Nuestro país cuenta con un amplio sistema portuario en un número de terminales, con 72 infraestructuras que están operando en este momento. Por esa razón el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones lidera iniciativas, como parte de una política del Estado, para la planificación de infraestructura y conocer las que se requieren para el mediano y largo plazo en el país, siendo uno de los más importantes el Puerto Exterior de San Antonio.
Una infraestructura estratégica y clave para el desarrollo portuario chileno y para garantizar la capacidad que requiere la zona central del país en las próximas décadas. Este proyecto está avanzando en la evaluación ambiental que se encuentra actualmente en curso y a la espera de la nueva adenda de este proceso. “En paralelo, también se va a iniciar durante este año el proceso de licitación de las primeras obras, el desarrollo de la infraestructura, como el molo de abrigo que se construirá por primera vez en un siglo en la zona central”, explicó David Medrano, coordinador de la Unidad Desarrollo Portuario del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
Esta obra implica una inversión de 1.500 millones de dólares que llegarán desde el sector público hasta completar 4 mil millones de dólares en total con las inversiones privadas de las concesionarias. Se proyecta que habrá un primer terminal que debería entrar en operaciones en el año 2036 con una capacidad de 3 millones de TEUs que se completarán en dos etapas con 1,5 millones de TEUs de capacidad cada una.
El Puerto Exterior San Antonio no solo permitirá la atención de buques más grandes y de mayor capacidad, sino que además buscará una mayor eficiencia con un terminal semiautomatizado donde se prevé alrededor de 2 mil trabajadores adicionales a los que operan en el sistema portuario para poder funcionar bien estos terminales. “Vamos a aportar ese equipamiento de mayor eficiencia, mayor agilidad en lo que son las operaciones tanto del frente de atraque como de los patios y el acceso a los modos terrestres vial y ferroviario”, complementó Medrano.
Uno de los aspectos fundamentales de este proyecto es la conexión directa con el ferrocarril, que permitirá complementar el transporte terrestre de carga entre los dos modos de manera mucho más eficiente de lo que ya se da en los diferentes puertos. “Adicionalmente es un diseño que va a permitir la recalada de buques sin emisiones, con conexión eléctrica para ir mejorando el estándar medioambiental de la operación portuaria de manera clara y significativa”, indicó el coordinador del MTT.
El desarrollo de infraestructura en el resto del país
En regiones también se están desarrollando proyectos de infraestructura. “A modo de ejemplo, solamente citar lo que hemos venido trabajando en conjunto con el Ministerio de Energía, el Ministerio de Obras Públicas, el Gobierno Regional de Magallanes y de la Antártica Chilena, en el desarrollo del plan logístico de zona, con un foco no exclusivo, pero sí muy importante, en el gran desafío de hacer realidad, de materializar el desarrollo de la industria de hidrógeno verde y derivados en este país, aprovechando el potencial eólico en particular en Magallanes”, indicó Medrano.
Adelantó que “en Antofagasta, durante el 2025, habrá una planificación integral que nos permitirá ver cuáles son los requerimientos de infraestructura, no solamente portuaria, sino también vial y de conexiones eléctricas, para poder generar una coherencia de todo el sistema que aporte la mayor eficiencia también a la inversión privada, pero que al mismo tiempo permita generar las energías suficientes para un aprovechamiento más eficiente del espacio y más sostenible desde el punto de vista ambiental, dado que además estamos apuntando al desarrollo de una industria claramente sostenible, con nuevos combustibles que eviten emisiones que permitan descarbonizar la economía”.
En la zona norte del país, la minería es un eslabón muy importante y David Medrano adelantó que vienen desafíos importantes con el litio y con el proyecto del Corredor Bioceánico, una infraestructura que se está desarrollando actualmente en Paraguay, con las nuevas conexiones vía puente con Brasil, para una infraestructura vial que puede aumentar de manera significativa los flujos de carga hacia la costa del Pacífico y eventualmente de retorno desde nuestros puertos hacia otros países.
En esta materia, el coordinador del MTT señaló que existen desafíos en cuanto a infraestructura, “no solamente de los frentes de ataque que hoy en día tenemos en Antofagasta, Mejillones e Iquique, sino adicionalmente de áreas externas que nos permitan regular los flujos de los camiones en los accesos de las ciudades, prestar servicios logísticos de valor agregado a esas cargas, que también permitan potenciar, por tanto, el desarrollo económico de estas regiones, diversificando adicionalmente respecto a la minería existente, y complementando, por supuesto, con los servicios que hoy en día se dan”.
Una mirada a largo plazo en materia de infraestructura
“Estamos trabajando con esta mirada integral, no solamente en el corto plazo, para saber cuáles son las infraestructuras que necesitamos tener, no solamente en el año 2025 sino que también en los próximos años, en las próximas décadas para, de la misma manera que estamos haciendo en la zona central y en la zona sur, garantizar esa continuidad y esa disponibilidad de capacidad suficiente a lo largo de toda la cadena”, explicó David Medrano quien también destacó la importancia de la actual infraestructura que, a su juicio, tiene un valor como activo que no se puede perder y que esperan seguir manteniendo.
Sobre este punto recordó que se van a iniciar nuevos procesos de licitación que aporten a la ventaja de la competencia para que sigamos sacando el máximo rédito a la infraestructura portuaria actualmente instalada con las mejoras que se puedan realizar, con las ampliaciones que se han planteado. “Para eso estamos trabajando de manera muy acelerada y muy coordinada con las diferentes empresas portuarias en preparar las bases de licitación que vayan a los procesos de consulta pertinentes, preparar los procesos de inversión, definir bien cuáles van a ser las inversiones y obtener los permisos necesarios para dar la mayor certeza a los privados como oferentes y, adicionalmente, llegar a tiempo”, puntualizó.
Por último, destacó la actualización de la Política Nacional de Logística Portuaria que se ha mantenido durante décadas y que ha permitido el impulso del sistema portuario desde los años 90 en adelante. “Se quiere volver a engrasar la máquina, aportarle más combustible, y eso significa también revisar cuáles son las condiciones tanto institucionales como normativas reglamentarias y legales que puedan existir, cuáles son las adaptaciones que puedan ser necesarias, con una mirada completa a lo largo de toda la cadena”, indicó.
A su juicio, “vamos acercándonos a los estándares propios de la OCDE a nivel mundial y recogiendo, por supuesto, la mejora de la relación con las ciudades, viendo cuál es el mecanismo que permita aportar de manera más directa fondos económicos de la actividad portuaria al entorno urbano para mitigar los impactos de esa operación y mejorar la sostenibilidad de las operaciones en esa línea con los compromisos que hemos adquirido en materia de esta regulación y eficiencia”.