China y Chile en la búsqueda de consolidar una alianza comercial estratégica para el futuro

El gigante asiático es el principal socio comercial de nuestro país y el destino principal de nuestras exportaciones. Los acuerdos y tratados comerciales suscritos desde el año 2005 buscan consolidar el comercio exterior nacional en este gran mercado.

En el año 2005 y de manera muy visionaria, Chile fue el primer país fuera del continente asiático en firmar un tratado de libre comercio con China. Casi veinte años después, en el 2023, el comercio bilateral alcanzó los 53 mil millones de dólares con exportaciones por 37 mil millones de dólares e importaciones por 17 mil millones de dólares. De esta manera, el país logró posicionarse como una de las excepciones que tiene una balanza comercial positiva con el gigante asiático.

“Cuando se recuperó la democracia en nuestro país en el año 1990, mirábamos comercialmente solo a Estados Unidos y Europa, pero al poco tiempo nos dimos cuenta que Oriente era una oportunidad. China ha establecido su liderazgo en nuestro comercio, tanto para importación como exportación y viene creciendo a tasas muy elevadas. Esta es la oportunidad que se nos presenta a nosotros, como exportadores, para seguir participando también de esta economía”, explicó Francisco Silva, presidente del Consejo Empresarial Chile-China de SOFOFA.

Chile es el segundo mayor socio comercial de China en Sudamérica después de una economía gigante como Brasil. Por ejemplo, la industria minera con 24 mil millones de dólares tiene como principal destino a ese país, también la industria forestal con casi 2 mil millones de dólares también, y los productos agrícolas que este año se espera exporten cerca de 3 mil millones de dólares.

“Vemos que el sector agropecuario sigue siendo uno de los más representativos, pero donde también hemos visto acá importante alza es en las manufacturas. También para los servicios hemos tenido este año un aumento de casi 100% explicado por los sectores de transporte y madera”, explicó Natalia Cortés, jefa de la División Asia y Oceanía de ProChile y ex directora de la Oficina Comercial de la Embajada de Chile en China.

Natalia Cortés, jefa de la División Asia y Oceanía de ProChile.

China es el destino de más del 40% de nuestras exportaciones con productos que van desde el cobre hasta las cerezas, sin olvidar otro tipo de frutas como las uvas y los arándanos. Hago hincapié en esto de las frutas porque es lo que permite tal vez exportar volúmenes a más pequeños, a centros exportadores, igual siendo competitivo con la demanda que hay de estos productos”, indicó Francisco Silva.

A juicio del presidente del Consejo Empresarial Chile-China de SOFOFA, el desafío es “seguir fortaleciendo el comercio y la inversión entre ambos países, considerando los retos actuales en Chile y en el resto del mundo. Todos sabemos que se está atravesando momentos muy complejos, no tanto por el tema geopolítico, sino que también por la discusión sobre el libre comercio, sobre un avance diferenciado, cosas que, tanto para China como para Chile, son amenazas importantes”.

Un punto importante a la hora de analizar el mercado chino es el comportamiento del consumidor que actualmente está gastando menos, pero más racionalmente. “En la última década el crecimiento de la renta disponible se ha ralentizado, al igual que el gasto del consumidor y la disposición a consumir. Entonces esto significa nuevamente una importante maduración del mercado, que la tenemos que tener presente, y que nos obliga a tener una oferta muy competitiva”, explicó Natalia Cortés en el seminario Nuevos Frentes para el Comercio entre Chile y China organizado por la Fundación Chilena del Pacífico.

Estudios realizados señalan que el comportamiento del consumidor chino cambia rápidamente debido a la fuerte integración que tiene con las redes sociales en su vida diaria. Se trata de compradores omnicanal donde más del 75% de la población compra de manera online, uno de los porcentajes más altos del mundo. Son consumidores que confían en las reseñas y en las recomendaciones antes de comprar un producto lo que obliga a las empresas a estar muy presentes en redes sociales. “No es un mercado homogéneo, es complejo, hay distintas necesidades y preferencias según cada una de las regiones. Es esencial comprender cuál es la necesidad o la demanda de cada una de estas ciudades al enfrentarse con China”, explicó Cortés.

Chile es el segundo mayor socio comercial de China en Sudamérica.

Por su parte, Bruno Hernández, asociado senior en Negocios Internacionales de Dezan Shira Associates, indicó que “no hay que olvidarse de la generación Z, que es más joven y que es altamente educada y digitalizada, especialmente en las zonas urbanas. Aunque en estos momentos hay una tasa de desempleo relativamente alta de un 20%, la gente joven en ciudades grandes tiene un background de educación muy bueno, vienen de familias que están dispuestas a gastar y quieren disfrutar la vida, básicamente pasarlo bien”.

Para Francisco Silva, las oportunidades de negocio en China son innumerables y “debemos buscarlas, identificarlas, y aprovechar las condiciones destacadas para explorar nuevas áreas de cooperación, como la transición hacia una economía más sostenible. China, con su liderazgo en la tecnología verde y avances en inteligencia artificial y militar, puede ser un socio todavía más importante de lo que es actualmente”.

Natalia Cortés, en su exposición en el seminario organizado por la Fundación Chilena del Pacífico, agregó que existen muchas opciones de negocios y puso como ejemplo las nuevas tecnologías verdes y el hidrógeno verde. “Hay un tremendo potencial en ir generando estas redes con China, ya sea como inversión o como proveedores de equipos, para que nosotros podamos continuar desarrollando esta industria que hemos desarrollado”, sostuvo la jefa de la División Asia y Oceanía de ProChile.

“China por su historia, por su trayectoria y su modelo de desarrollo tiene conciencia que le corresponde un lugar de privilegio en el concepto mundial por la composición de su población, por la educación que tiene y en definitiva por el desarrollo de alto nivel que ha tenido en los últimos cincuenta años. No olvidemos que su nombre, China, significa ‘centro del mundo’ en los términos de sus letras y por Dios que lo es”, concluyó Francisco Silva.