Bajan costos navieros de importación pero siguen tres veces más altos que antes de la pandemia
El alza del transporte desde China resultó determinante para configurar el actual escenario tarifario del transporte hacia nuestros país, según un estudio de la Cámara de Comercio de Santiago.
Tras alcanzar los niveles más altos durante el tercer trimestre del año pasado, los costos de transporte de las importaciones chilenas retrocedieron de forma significativa en los últimos tres meses de 2022 completando un descenso cercano al 40% en el caso del modo de carga marítima, el más relevante para nuestro país.
Un estudio que acaba de publicar la Cámara de Comercio de Santiago analiza el comportamiento de las tarifas de importación naviera. Señala que a mediados del 2022 se había observado una incipiente tendencia a la baja que fue interrumpida a partir de julio por del aumento en los costos de la carga desde China.
En septiembre de 2022 este costo llegó a su máximo histórico de US$ 336 por tonelada, más que cuadruplicando sus niveles prepandemia. A diciembre del año pasado, en tanto, descendieron a US$ 210 por tonelada.
Pese a esta disminución, los costos promedio del transporte naviero de importación aún se mantienen casi tres veces más altos que los registros previos a la pandemia, constata el estudio.
Las razones
Los altos costos promedios del transporte de carga general por vía marítima observados en los trimestres anteriores se explican por las altas tarifas de los fletes de los productos adquiridos en Asia, que en el trimestre febrero-abril de 2022 alcanzaron un peak de US$ 487/tonelada, más del doble que el costo de transporte desde otras regiones.
Hasta fines del año 2020, la brecha entre las tarifas de fletes de importación de la carga originada en Asia versus otros continentes era prácticamente nula, realidad que cambió a partir de 2021, cuando la tarifa del transporte desde Asia se encareció muy por sobre las de otras regiones.
Este aumento desproporcionado para los productos provenientes en Asia se originó por las dificultades logísticas en el tráfico marítimo en esa región, con grandes atochamientos de carga en los puertos, lo que provocó importantes congestiones en dicha zona. Esta situación significó, a su vez, ciclos más largos en el traslado de contenedores, reduciendo significativamente su oferta y afectando, de ese modo, al transporte marítimo de carga general.
En los últimos meses la situación en Asia se ha ido normalizando, lo que ha provocado que las tarifas de los fletes de importación de productos originados en esa región converjan con el resto.
Un comportamiento similar ha experimentado el costo del transporte de importación de carga frigorizada, que en el trimestre octubre-diciembre cayó a los US$ 198/tonelada después de alcanzar un máximo histórico entre agosto y octubre, cuando se empinó a los US$ 224/tonelada.
Al igual que la carga general, la transportada en contenedores refrigerados ha registrado tarifas promedio excesivamente altas, explicadas por el alto costo del transporte de la carga proveniente de Asia que, en el trimestre diciembre 2021-febrero 2022, alcanzó un peak de US$ 495/tonelada, casi triplicando la tarifa de importación de carga frigorizada originada fuera de Asia.
Del mismo modo, en los últimos meses estos costos han ido cayendo, hasta llegar a los US$ 227/tonelada en el cuarto trimestre, tendiendo a converger con la tarifa de importación de productos refrigerados desde otras regiones distintas de Asia.
El año pasado, la carga general y frigorizada de importación por vía marítima bordeó los 9 millones de toneladas. Un 35% provino de China, 12% desde EEUU, 6% de Brasil y un 5% desde Colombia.