Empresa Camanchaca informó grave afectación por paralizaciones del Puerto Coronel

La marca también precisó que "la zona ha perdido fiabilidad y seguridad en la cadena de distribución de exportaciones, que obligará a modificar protocolos y estrategias que den más seguridad para cumplir las exigencias de los contratos internacionales”.

La toma y bloqueo ilegal del Puerto Coronel se aproxima a cumplir dos meses, generando daños incalculables al ecosistema productivo, exportador y económico de la región. Las consecuencias negativas, que ya han afectado gravemente a los sectores forestal, frutícola y manufacturero, ahora también están impactando al sector exportador pesquero. 

Camanchaca, cuya planta en la comuna de Coronel produce congelados, conservas de jurel, harina y aceite de pescado, informó de un escenario cada vez más complejo. La compañía y los gremios a los que pertenece han solicitado al Gobierno que haga cumplir la ley y restablezca el funcionamiento del puerto para evitar un agravamiento de la situación.

Mario Aguilera Astudillo, gerente de logística y operaciones comerciales de Camanchaca, detalló los graves problemas que enfrenta la empresa debido a la interrupción de las exportaciones de productos de consumo humano. "Desde hace 50 días, tenemos cinco contenedores con choritos atrapados en el puerto, equivalentes a 110 toneladas de producto de alto valor. No sabemos si las condiciones de almacenamiento se han mantenido o si seguirán aptos para exportación, lo que pone en riesgo esa producción", explicó Aguilera.

El gerente agregó que la situación más crítica involucra una carga de 6.200 toneladas de jurel congelado para exportación. "Logramos cargar 1.200 toneladas en el barco cuando comenzó el paro y no pudimos concluir el embarque. Intentamos llevar la carga a otros puertos de la zona, pero la Unión Portuaria bloqueó los otros terminales regionales, profundizando la afectación," añadió Aguilera.

Aguilera alertó sobre el grave daño comercial y reputacional para la región, criticando la respuesta de las autoridades. "La disrupción logística es tremenda para quienes operamos en Biobío. Esto tendrá repercusiones graves que es difícil estimar hoy, pero lo cierto es que se habrá dañado la confianza en el país. A la fecha, las pérdidas superan los $400 millones," afirmó el ejecutivo.

La situación continúa siendo crítica, y la respuesta gubernamental ha sido vista con perplejidad y frustración por las empresas afectadas, que claman por una solución urgente para evitar un daño aún mayor al sector exportador y la economía de la región.