División Depósitos de D&C Group proyecta inversiones en un 2023 de alta incertidumbre
El gerente general de esta unidad asegura que el plan estratégico de la compañía, sumado a las lecciones aprendidas en pandemia, permitirán afrontar un desafiante nuevo ciclo.
Un 2022 de contrastes, con movimientos casi récord durante el primer semestre, pero de baja importante en la segunda mitad del año -muy a la par con el resto de la actividad logística a nivel nacional- ha tenido la División de Depósitos y Contenedores de D&C Group, uno de los brazos claves de este operador logístico.
Su gerente general, Marcelo Hozven, explica que el ciclo post pandemia aún presenta escenarios variables a los que la industria en general, y el grupo en particular, han ido aprendiendo a adaptarse. “En cifras termina bien para nosotros, es un buen año. El primer semestre tuvo un movimiento fuera de pronóstico. El segundo tuvo una baja considerable, pero eso ocurrió en la cadena logística completa”, complementa.
A su juicio, tras el estancamiento inicial de la pandemia en 2020 y luego un ciclo de alta demanda en 2021, la actividad hoy continúa en reacomodo. “Después de haberse quedado pasmada, la logística ha probado ser resiliente; ha sido capaz de salir adelante, aunque con problemas y atoches en varios lugares”, detalla.
El periodo actual, no obstante, asoma marcado por la posibilidad de una recesión global, que en Chile tendría un foco importante de baja económica, lo que tras un crecimiento explosivo sin duda contraerá la industria, proyecta Hozven. Una primera señal viene desde los mercados internacionales: se proyecta que la flota de contenedores mundiales podría decrecer de 51 a 49 millones de TEUS en 2023, y que las líneas navieras reducirán su capacidad de movimiento.
Sin embargo, el ejecutivo asegura que “nadie puede decir con exactitud qué va a pasar en 2023 que viene con mucha incertidumbre”. En esa línea, se dice que puede que caiga el movimiento de contenedores de importación, aunque se espera que el de exportación se mantenga, en especial los reefers que dan abasto a la fruta. Por otro lado, existe la posibilidad que aumente la demanda por almacenamiento de contenedores.
“Ante estos escenarios que estamos continuamente analizando, hoy estamos viendo cómo vamos a administrar nuestros recursos para atender a nuestros clientes de cara a estos nuevos desafíos”, apunta.
Así, Hozven señala que los pilares del plan estratégico del grupo trazan el camino que viene. “Un pilar es la innovación, apuntar a tener procesos cada vez más automatizados. Hoy debemos ser más flexibles ante los cambios del entorno; la pandemia nos enseñó en aquello, a adaptarnos más rápidamente, y que eso se obtiene con una mayor base tecnológica”, asegura.
Una iniciativa, en esa línea, es la automatización de los gates en el depósito de San Antonio, proyecto que espera esté a plena máquina durante el primer trimestre del 2023, para luego ser la “punta de lanza” para replicarlo en otros polos de la compañía. Otro proyecto interesante es un piloto que aumenta la trazabilidad en la información operacional, que se está habilitando en el depósito de Valparaíso.
Otra apuesta, según describe, es ayudar a “generar polos para demandas específicas, es decir, instalar capacidad en lugares donde no la hay o incorporándonos de manera competitiva a polos en desarrollo, convencidos de que podemos ser solución a desafíos logísticos particulares en una determinada zona”.
Un ejemplo de aquello es el nuevo terminal multimodal de Talcahuano, hoy en construcción, que permitirá durante el 2023 mejorar su acceso al puerto, agregar conexión ferroviaria e integrar los servicios de logística y depósito. Próximamente se analizarán otros pasos en la materia: hay proyectos de optimización y crecimiento en espera en Valparaíso y en San Antonio, conducentes a aumentar la capacidad de los depósitos en al menos un 25%..
Lo anterior va de la mano con otro foco: la inversión. Este 2022, por ejemplo, la división que lidera Hozven invirtió 1,3 millones de euros en nuevo equipamiento como grúas portacontenedores. A ello se suman inversiones en tecnología, seguridad, capacitación y mejoras operativas en varios de los recintos.
“Las inversiones se van estudiando y planificando acorde a las condiciones de mercado. Estamos en un periodo de alta incertidumbre, pero eso nos hace priorizar según nuestras necesidades operacionales. Hemos sido agresivos, en ciertos aspectos, pero con capacidad de priorizar a la espera de los momentos adecuados para hacerlo. Lo importante es que tenemos la visión de donde queremos llegar y de cómo ir creciendo”, resume el gerente general.