El impacto de las alzas de tarifas de embarque en la economía

El transporte marítimo enfrenta nuevos desafíos económicos

El consumo y la producción de las principales economías del mundo se está ralentizando en forma proporcional al impacto del aumento de precios en empresas y personas. Un informe del FMI detalla los efectos sobre las costos de las navieras en la economía cotidiana.

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De acuerdo a un informe publicado en marzo de este año por el Fondo Monetario Internacional sobre “Inflación y Costos de Embarque”, a partir de octubre del año 2021 los costos han aumentado un 500%. El asunto es de la mayor seriedad, asegura el texto en su introducción, porque “incrementos en los costos de embarque pueden generar efectos generalizados sobre el precio a los consumidores”. Estos afectan especialmente en los precios de importación puesto que las alzas en los precios son proporcionales a los costos de traslado marítimo. Tales efectos, sostienen, son “probablemente no despreciables llegando al 38% del PIB como promedio, o bien alcanzando aproximadamente 7.5% del valor de las mercancías importadas”.

Estos valores fluctúan entre distintos países. En realidad, en pequeñas islas y el África subsahariana pueden alcanzar un 15% del valor de las importaciones. También suelen corregirse “al alza” en naciones relativamente alejadas como Chile. En concreto, un incremento de esta índole genera presiones de costos adicionales para los productores, creando a su vez mayor encarecimiento de precio entre los consumidores. De modo adicional, podría generar efectos de mediano plazo sobre la inflación subyacente cuando, por ejemplo, la negociación salarial se indexa a la inflación reciente.

Por ende, el reporte realizado por Yan Carriere-Swallow, Pragyan Deb, Davide Furceri, Daniel Jimenez y Jonathan David Ostry busca llamar la atención respecto a dos puntos. El primero es que, a diferencia de las notas de prensa que advierten sobre las dificultades en la cadena de suministro global, el incremento sostenido de los costos de embarque y su rol en el aumento de la inflación ha sido subestimado.

Otra implicancia fundamental, según explican, es que el consumo y la producción de las principales economías del mundo se están ralentizando a medida que el aumento de los costos presiona a la baja tanto la confianza de las empresas como la de los consumidores.

La creciente inflación está reduciendo el volumen de bienes que los consumidores están dispuestos a comprar, y con la inflación en tendencia alcista, los comerciantes minoristas no ven el futuro inmediato con optimismo. Las empresas también se enfrentan a un aumento de los valores de producción, una caída de la demanda y al aumento de los tipos de interés. Esta situación puntual está disuadiendo el crecimiento de la inversión y la producción, reduciendo aún más la demanda de bienes intermedios y, a su vez, la demanda de fletes marítimos.

Una de las conclusiones principales del estudio es que “el aumento de una desviación estándar en los costes de transporte mundial aumenta la inflación general nacional en aproximadamente 0,15 puntos porcentuales, y el efecto se acumula en el transcurso de 12 meses”. A diferencia de muchos otros efectos de transmisión dentro de la economía, plantean que este efecto parece haber permanecido constante a lo largo del tiempo, quizás reflejando la mayor apertura de los países al comercio internacional.

Así las cosas, pese a la heterogeneidad observada entre los grupos de países, se observará un mayor impacto entre los países emergentes y con su sector financiero más expuesto a divisas extranjeras: “la fuerza de la transmisión de los costes de transporte a la inflación nacional depende fundamentalmente de la proporción de las importaciones en el consumo nacional, del grado de integración en las cadenas de suministro mundiales y de la solidez del marco monetario”.