Columna de Opinión
En alerta por los nuevos cambios en el sector Aduanero y de Comercio Exterior
Felipe Serrano, presidente de la Cámara Aduanera de Chile, se refiere a los desafíos del sector en un contexto global que se vuelve cada vez más competitivo.
El sector aduanero y de comercio exterior chileno enfrenta desafíos y oportunidades en un contexto global cada vez más competitivo. Los cambios acelerados exigen decisiones estratégicas que fortalezcan nuestra posición en la región. En el ámbito portuario, la expansión de países vecinos como Perú y Brasil plantea la necesidad de reforzar nuestra infraestructura y tecnología para consolidar a Chile como un hub logístico competitivo. La redistribución de flujos comerciales hacia rutas más eficientes nos obliga a redoblar esfuerzos.
El reciente acuerdo UE-Mercosur abre nuevas oportunidades de mercado, pero también presenta desafíos frente a economías que se beneficiarán de aranceles reducidos. Es imperativo ajustar nuestra estrategia comercial para aprovechar estas oportunidades, fortaleciendo alianzas y destacando la calidad de nuestros productos. Asimismo, el contexto político internacional, marcado por el segundo mandato de Donald Trump, añade incertidumbre debido a su enfoque proteccionista. Esto refuerza la necesidad de diversificar mercados y fortalecer las relaciones estratégicas con Asia, Europa y América Latina para mitigar riesgos.
En el ámbito nacional, la actualización del Acuerdo de Libre Comercio con la UE introduce cambios en las normativas aduaneras, promoviendo mayor transparencia y cooperación bilateral. La implementación de tecnologías avanzadas en el intercambio de información y la armonización de estándares técnicos prometen agilizar el comercio. Como gremio, estamos preparados para apoyar a nuestros socios en la adaptación a estas transformaciones mediante capacitación y herramientas de acompañamiento.
El crecimiento reciente de las exportaciones chilenas, impulsado por el alto valor del dólar, evidencia una vulnerabilidad ante fluctuaciones cambiantes. Este aumento no se debe principalmente al volumen real de mercancías exportadas, sino a factores externos. Esto subraya la importancia de una estrategia diversificada y sostenible en los mercados internacionales.
La falta de acción estratégica en los últimos años ha afectado la atracción de inversión extranjera directa (IED). En 2024, solo el 12% del flujo de IED se destinó a proyectos nuevos, reflejando la percepción de un entorno económico poco atractivo. Países como Perú y Colombia, con políticas claras y menos burocracia, han logrado atraer mayores inversiones. Por el contrario, los retrasos en proyectos estratégicos y la falta de coordinación público-privada han reducido nuestra competitividad global.
Frente a este panorama, es crucial una visión clara y un trabajo conjunto entre los sectores público y privado para superar desafíos y consolidar a Chile como un actor clave en la región. Esto incluye la modernización de infraestructura, la agilización de procesos burocráticos y la implementación de políticas que fomentan la inversión. Innovación, adaptación y liderazgo responsable serán los pilares para garantizar un crecimiento sostenible.